Definitivamente soy un desastre para mantener
un poco de constancia… Pero bueno, ya estoy de vuelta en el camp y tengo un
rato para escribir y acercarme después a la zona wi-fi para colgarlo! Me quedé
en el finde de Battambang, así que ha pasado semana y media larga! Desastre!!!
La segunda semana de proyecto siguió fenomenal.
Tratamos otros ochenta y pico pacientes y dimos la prevención en el central y
las tres paillots (aún no tengo claro cómo se escribe… Paillot? Paillote?
Paillotte?). A mi me tocó ir a Paillot 3, que es la que está más alejada y
tienen unos 80-100 niños de un pueblo que no rotan por semanas, así que con ir
una vez se podía ver a todos! En teoría es el grupo del terror: cada semana hay
algún problemilla del tipo incendio, inundación… Un día un niño se quedó en
coma. Un coma espontáneo, parece ser. Algo bastante divertido para los
monitores, como puede imaginarse. Iba yo algo temerosa pero me lo pasé
genial!!! Los monitores son encantadores y me trataron fenomenal, y los niños
molaban mucho. El coordinador, que es un descojono, no para de “cagarse en cien
putas” cuando se le escapa uno al que llama Huckleberry. De repente encuentran
un huequillo por el que salir y se van a una charca cercana a pescar! Son
genios.
Del rollo desastre natural a mí me tocó
inundación. Realmente no se inundó nada, pero el camino quedó tan embarrado que
los coches no podían salir cargados, así que nos tocó andar 4 kilometrillos por
puro barro. Eso en los tramos buenos, porque también estaba la opción de trozos
de ladrillo, que resulta ideal para ir descalza. No pincha nada de nada. Y
luego estaban los gritos de las francesas para que no pisáramos los charcos,
que es donde se cogen unos gusanos que se te meten por la piel y te van dejando
el surquillo mientras pasean por dentro de tu pie. Muuuuy agradable. Menos mal
que yo llevaba a mi camboyanito de prevención, Keng Kong, que me cuidaba
muchísimo: me iba dando la mano, me llevaba las chanclas… Me llevó hasta una
cuchara para comer por si no había cubiertos para nosotros!!! El pobre!! Es
achuchable!! Hoy he vuelto al camp y me ha dicho que me echaba de menos
jajajjajaa.
Suena regu lo de Paillot 3 pero de verdad que
lo pasé súper bien. Y al día siguiente me fui con los internos (pensionnaires)
de excursión, a ver unas pagodas que están cerca de Oudong. Eran una pasada, la
verdad, y el camino hasta allí chulísimo, lleno de campos de arroz inundados y
lagunas rodeadas de verde. El verde aquí es diferente, no sé qué tiene la
hierba, pero brilla de una manera que no hay quien entienda la pinta famélica
de las pobres vacas camboyanas. Justo para ellas hay de sobra!!! No nos dio
tiempo a ver la última pagoda, que debe ser espectacular, porque se escaparon
varios niños. Por lo visto, sus familias vivían allí cerca y se fueron
corriendo a ver a sus padres, pero justo los pillaron volviendo. Da una pena
pensarlo…
Ese día lo pasé casi entero con dos internos,
Sokea (al que llaman Kea, pronunciado Kia) y Soy. Son los dos de Sihanoukville,
al sur. Kea vino de interno el año pasado, y Soy llegó el mismo día de la
excursión, por lo que estaba un poco aturdido. Pero Kea estaba súper pendiente
de él, incluso le dio su camiseta de repuesto porque Soy aún no tenía. Para las
que sabéis la historia, Soy es el niño que quiso traerse Bea el año pasado. Su
padre es un alcohólico que le da unas palizas del infierno. Hasta ahora no han
conseguido traerlo interno porque está muy unido a su madre, pero ha sido ella
la que ha pedido que por favor se lo llevaran, que su padre lo iba a matar. Ha
llegado a encadenarlo… Está tocadísimo, se ha quedado un poco toli. Las
historias son realmente horribles… Lo más común es que estos padres sean así
porque quieren olvidar las cosas que han vivido con los khmers rojos. Estoy
leyendo un libro de la revolución y da tanto miedo… En fin, esto impacta
demasiado.
Cambiando un poco el tema, a ver si regateo
las lagrimillas, voy con el finde. Como llegaron los nuevos dentistas, nos
quedamos todos en Phnom Penh para explicarles un poco como funcionaba esto y
tal. Paseamos, comimos en un restaurante-escuela para niños de la calle que
estaba fenomenal, y nos dividimos un poco por intereses. Unos a darse masajes,
a ver kick Boxing, y yo me fui con Cris a hacer turismo. Con la mala suerte de
que justo al llegar al Palacio Real nos lo cerraron porque entraba el Primer
Ministro, así que no lo abrían hasta el día siguiente. Pero nos cogimos un
tuk-tuk-tero espabilado que hablaba inglés y nos hizo un recorrido por pagodas
y mercados que estuvo bastante bien. El Palacio lo dejo para el último sábado.
Luego cenamos en otro restaurante de los de Friends que se llamaba Romdeng, y probamos tarántula!!!! Yo sólo me
atreví a una pata porque me moría de la grima… Además antes nos la trajeron
viva para que viéramos que era fresca. Puaj! Hubo algunos que se atrevieron
también con un plato de bichos varios fritos al estilo de los chopitos, pero
había incluso moscas y ya me pareció too much. Luego unas copillas y tal y a
dormir, que al día siguiente cogíamos un bus pronto para ir a Siem Reap.
Y ya… El norte. La ciudad de Siem Reap es
mega turística, sólo por los templos, pero da la sensación de estar en Port
Aventura de repente. Hay una calle que se llama Pub St. que es donde se
congregan (nos congregamos) todos los guiris para cenar y copear. Allí nos
hicimos amigos de un tuk-tuk-tero que se llamaba Noan (o así) que nos ha estado
haciendo de chófer hasta el bus de vuelta por 15$ día (entre 5 personas: Cris,
Juan, Pepo, Carmen et moi). Yo ya me sentía mal con el pobre Noan esperándonos
bajo el solazo o la tormenta tropical durante horas… Pero él estaba encantado.
Fuimos, por supuesto, a los templos. Son una
auténtica maravilla. Creo que es lo más increíble que he visto en mi vida. No
soy capaz de contarlo… Están en un bosque gigante impresionante, y van saliendo
unos templos tan alucinantes que de verdad no puedo explicarlo bien!! Además
tuvimos la suerte de pillar un guía encantador, Sameth, que hablaba español que
flipamos todos. Sabía palabras como “moño”, “flanquear”, “bajorrelieve”… Hubo
alguna que nos tuvo que explicar porque ni nosotros la conocíamos. Mi templo
preferido es Ta Prohm, que está literalmente devorado por los árboles que han
ido creciendo en él. Es famoso porque ahí rodaron muchas escenas de Tomb
Raider. Qué catetos somos, my god. Y luego está Bayon con sus mil caras
observando los árboles, Angkor Wat con sus cinco entradas y sus torres, que son
el símbolo de la bandera de Camboya… Alrededor de Bayón di un paseo con Juan en
elefante!!! Era mi máxima ilusión, todavía estoy emocionada. Vimos el atardecer
sentados en la orilla del foso de Angkor Wat y un gustazo, pero fue un palizón
de día. El calor era realmente insoportable, pero el sitio era tan tan tan
bonito que daba igual. Y tuve una tragedia… Mi cámara murió bajando del tuk
tuk… Mierda de torpeza, pero no puedo hacer mucho ya…
Al día siguiente dimos un paseo en barco por
un pueblo flotante en el lago Tonle Sap, que es como el Michigan local. Ni de
coña parece un lago… Pero este es marrón, claro. Según dicen, no hay cocodrilos
porque los tienen todos en una “granja”. Pero luego fuimos a la granja y había
20… Da mal rollo. Juan y Pepo les dieron de comer un pescado! Son
violentísimos, me encantó verlo. No por violentos, que suena esto regu, sino
porque impresiona… El ruido cuando cierran la mandíbula me hizo pegar un bote
que me podía haber ido para el río sin problema. Por supuesto, me quemé en el
barco. Tengo una marca de pescador súper sexy, incluida la raya en el muslo del
pantalón corto! Y después fuimos a visitar el camp de PSE, que es el que
coordinan Bea y Diego. Lo hacen genial!! El camp es muy chulo, pequeñito pero
monísimo. El rollo era 100% Layos camboyano. Me gustó un montón!! Y por lo
menos pudimos estar ese ratito con los Pérez, que no les hemos visto nada!!! Y
ellos tienen la culpa de que ande por aquí!!! =)
Esto está quedando larguísimo y pesadísimo,
no lo va a leer nadie… Como he tardado tanto… Voy a dejarlo así y las cosas que
me haya olvidado las repescaré. Me quedan sólo unos días, el domingo cojo el
avión de vuelta. Millones de gracias por los comentarios. Aunque no los
conteste uno a uno me hacen un montón de ilusión. Sin ofender a nadie, pero
especialmente el de Magüi!!! Qué ganas de veros, que ya me ha dicho mamá que
venís a mi vuelta!!! Yuhu!!!
Muchos besos camboyanos, nos vemos pronto.
PD: El resto de autobuses que hemos cogido
han sido un lujo. Claramente los percances anteriores han llegado a oídos del
Ministerio de Transportes o algo así, y han tomado cartas en el asunto. Se me
olvidó comentar que la compañía infernal se llama “Sorya Transports”! Lo juro.
Si hubiera sido Burgos…
PD 2: Anita, te juro que sigo sin piojos. Te
reto a encontrarme alguno a la vuelta… Increíble pero cierto.